El libro Brujas, hechizos y otros disparates del poeta y escritor cubano Nelson Simón González (Pinar del Río, 1965) ha resultado ser el libro más vendido durante el pasado mes de agosto.
Este autor -aunque está especializado en literatura infantil con innumerables títulos, desde: En el cofre de un pirata (1996) hasta Finas hebras (2012)- también es un reconocido poeta con varios poemarios publicados: El amolador de tijeras pregunta por su casa (1987), Ciudad de nadie (1992), El peso de la isla (1993), Con la misma levedad de un naufragio (1995), Criatura de isla (1996).
En Cuba, obtuvo el Premio de Poesía “Julián del Casal” (2000) de la UNEAC con su poemario A la sombra de los muchachos en flor y el Premio de la Crítica Literaria (2010) por su libro de cuentos para niños As de corazones.
Brujas, hechizos y otros disparates fue Primera Mención en el Premio “Edad de Oro 1998” de cuento y Mención en el “Ismaelillo” (Premio de la UNEAC de Literatura Infantil en 1999).
Este libro, publicado en Betania en el año 2000, está compuesto por veinte breves cuentos infantiles, escritos con un lenguaje sencillo y ameno. Estos relatos son acompañados con dibujos (interiores y portada) creados -especialmente para esta edición- por la excelente ilustradora cubana Miriam González Jiménez ( La Habana, 1948).
Como muestra, ofrecemos el último cuento de este libro:
Las brujas mueren en invierno
Las brujas mueren en invierno, se marchitan como campánulas, van encogiéndose cuando el frío les hiela los pies y la nariz. Sus vuelos son cada vez más bajos, casi rasantes y el sonido gris del viento entre las ramas y los cables telefónicos, les hace perder el rumbo y estrellarse.
Cuando las brujas mueren, no van al cielo ni se convierten en cenizas; sus amigos y familiares no lloran, no se enlutan ni se tornan serios y silenciosos, sino que visten hermosas túnicas estampadas, grandes pamelas adornadas con romerillos y verdolagas recogidos en el campo y tocan panderetas, guitarras criollas y a veces hasta alguna que otra mandolinas porque, cuando las brujas mueren, no van al cielo ni se convierten en cenizas, sino que se encogen hasta volverse cebollitas.
Al llegar la primavera, cuando el campo está bien verde y la tierra huele a lluvia, las demás brujas alisan sus melenas, montan sus escobas y por las noches, con los jolongos llenos de cebollitas, vuelan sobre los prados y jardines esparciéndolas con una ternura inusitada.
Luego amanece, y como un delicado mar: blanco, rosado y amarillo, las brujitas se mecen sobre sus frágiles tallos en espera de que llegue la noche y con ella por fin, su primer vuelo a las estrellas.
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En Betania, poemas de Nelson Simón fueron seleccionados en la antología poética Poesía Cubana: La Isla entera (1995), compilada por Felipe Lázaro y Bladimir Zamora Céspedes. También, Nelson, prologó la antología poética El grito y otros poemas (2000) del poeta cubano José Mario.
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Brujas, hechizos y otros disparates, de Nelson Simón González.
2000, 72 pp. Colección Literatura Infantil.
ISBN: 84-8017-113-8.
PV: 12.00 euros ($15.00)
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