La poeta y profesora cubano-brasileña Aimée G. Bolaños (Cienfuegos, 1943) fue escogida como escritora homenajeada (patrona) de la 45º Feria del Libro de la Universidad Federal do Rio Grande, celebrada del 25 de enero hasta el 4 de febrero pasado en Brasil.
Significativamente, esta edición de la Feria estuvo dedicada a “Historias de mujeres”. Lectores, estudiantes, profesores y amigos se reunieron para escucharla y participar en sesión exclusiva de autógrafos, en la que sus libros, editados por Betania: Poesía insular de signo infinito. Una lectura de poetas cubanas de la diáspora (2008), Las palabras viajeras (2010), Escribas (2013), Visión de mujer con alas (2016) ocuparon un lugar principal.
La presentación de Bolaños, estuvo a cargo del investigador de su obra Giliard Barbosa, lo cual motivó un ameno diálogo con la escritora. En su opinión: mito, imaginación, memoria, identidad y alteridad constituyen temas principales de su poesía y ensayos. Con agradecimientos al público presente, Aimée se refirió a su experiencia creativa. Preguntada sobre el mito en el que vive, su respuesta es inmediata: Antígona y Obá-Iansâ. “La primera porque, a pesar de trágica, se realiza en la unión, trascendiendo un conflicto sin fin; la segunda por la fuerza y el sentido de lucha. La postura vital de Antígona me inspira profundamente. Obá es vida más allá de la muerte. Las dos hablan siempre de libertad”.
En relación al consenso entre Aimée crítica y Aimée poeta no siempre es fácil: “Soy profesora. La crítica que me habita incomoda bastante y me impidió de publicar poesía durante mucho tiempo. En Brasil perdí la vergüenza, comencé a publicar ficción en este siglo”. También se refirió a su identidad como poeta y búsquedas actuales: “Encuentro en el budismo inspiración profunda sobre el ahora, sobre estar entera y totalmente en cada palabra, en cada relación, en cada encuentro. Porque la vida es encuentro. Intento ir más allá de la fugacidad. Busco una cierta constancia, un equilibrio, no importa si precario. Cada uno de mis libros es una tentativa de trascender la angustia de la temporalidad”, concluye.
Felipe Lázaro querido, ojalá que puedas arreglar, lo hice en los envíos anteriores, no es Antífona, sino Antígona… beijos, espero que resuelvas
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