Reseña de la poeta cubana Ena Columbié publicada en su blog: http://elexegeta.blogspot.com
No tengo idea si la intención de Manuel A. López fue realizar un homenaje a la frase, sin embargo, así lo creo yo. Los poetas nunca pecan demasiado (Betania 2013), es el título de su nuevo libro de poesía, y también de su sección literaria dentro de la Revista Cultural Suburbano. López dedica este título a la poeta y Germanista extinta Elena Tamargo, quien fuera su mentora y amiga. Definitivamente es un bello título, tomado de un artículo de corte filosófico escrito por dicha poeta, para este blog*, y que ella a su vez, al final del escrito, traduce y da el crédito a su creador: Goethe. En realidad la frase pertenece a Dafné, un personaje de uno de los epigramas del poeta alemán, que el librero y escritor madrileño, Juan. B. Bergua, tambiéntraduce a su estilo:
V
“!Dafné! ¿quieres herirme?… Esperaba más bien una recompensa”. La ninfa
murmuró sonriendo: -“Los poetas no pecan gravemente: ligero ha sido el castigo-.
¡Adelante entonces! **
El libro igualmente es un homenaje a la palabra en sí, lanzada a los amigos, los de siempre y los que ya no están, muchos de los cuales se descubren entre líneas; y a los no tan amigos a los que Manuel A., ataca sin mesura. Comienza abriendo las puertas de su casa al lector: En esta casa de paredes tiznadas de un verde raro/ y ruidos que se oyen solo de madrugada/ vivimos dos hombres y una gata/ rodeados de libros espíritus pinturas/ y el equipaje que ambos trajimos del pasado., y va compartiendo todo con franca sencillez lingüística. Luego, poco a poco, expone sus puntos neurálgicos: la muerte de la amiga: llevo un velo de tristeza perenne/ nudos en el pecho/ dedos que no logran entender…; el amor compartido; la responsabilidad del escritor novel que ya toma fuerza: Siento que llevo encima muchos cuerpos/ disfraces que cambian con la luna… Despliega sueños y realidades, complicidades, decepciones que lo hicieron fuerte, hasta llegar a la poesía, esa que se siente y se escribe cuando se ha caminado sobre el fuego.
La neblina
A veces te oigo hablar
pero solo escucho un ruido sin palabras
como si estuvieras gritándome en la orilla de un río
mientras yo floto sobre sus aguas cálidas
y una neblina densa
oscura
nos separara.
Las palabras resultan un elemento clave para los humanos comunicarnos, pero para un poeta son la celebración pública de haber encontrado la vía, el homenaje a la frase, la señal de estar marcado para siempre. Eso sucede con Los poetas nunca pecan demasiado, segundo libro de poesía de López, en el que expurga el tiempo pasado, llora a sus muertos, se enfrenta a todos y todo, juzga y lanza amenazas:Saque todas mis armas
una a una las tengo aquí ordenadas encima de la cama/ voy enumerándolas./Preparo la guerra. El autor cree haber encontrado las respuestas a sus preguntas y la gruta que ha de llevarlo siempre a la palabra, porque se siente seguro de sí mismo, pero termina exhausto por tanta carga arrastrada: Necesito urgente un utensilio/ que de un golpe recoja/ las boronillas desperdigadas/ dentro de esta cabeza/ que no logra descanso… por tanto dolor retenido.
El libro coronado con la magnífica portada del artista Jorge Santos Marcos, es otro acierto de Betania —agradezco a Felipe Lázaro por el envío de este y otros valiosos libros—- Yo hubiera preferido una selección más profunda, más apretada, más íntima, donde se encontraran sólo esos poemas que no necesitan martillazos, ya que otros, aunque entrañables para el autor, lo desmerecen. Los poetas… es un salto cualitativo en la literatura de Manuel A. López.
*http://elexegeta.blogspot.com/2011/01/los-poetas-nunca-pecan-demasiado.html
** MAXIMAS, La Rochefoucauld. EPIGRAMAS, Goethe. LOS CARACTERES DE TEOFRASTOS, La Bruyere
Traducción, noticias preliminares y notas de Juan. B. Bergua. Editorial y Gráficas Senén Martín- Paseo de San Roque, 38-Avila.1963.
Publicado 6th November por Ena LaPitu Columbié
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