Entrevista realizada por la profesora española Isabel Estrada a la escritora cubana, y también profesora universitaria, Silvia Burunat. Ambas enseñan en CUNY.
El amor, las memorias y la tierra de los recordados
Estamos en mi oficina del Deparment of Modern Languages and Literatures, The City College of New York, donde ambas formamos parte del claustro de profesores. Conozco a Silvia Burunat desde 2013 y sigo de cerca su obra literaria, que consiste principalmente en recuentos de memorias referentes a sus treinta y seis años junto a su compañero inseparable, Julio Burunat y Brouwer.
Estrada: ¿Podrías resumirme el contenido de tus seis libros para que el lector tenga una idea de qué te ha motivado”
Burunat: Pues te diré, primero, los títulos en orden cronológico, Jornada de amor y lágrimas, Josefa y Josefina, Monólogos dialogados, Autobiografía póstuma, Fantasías reales y From Heaven to Earth and Back. (Manual para enamorados). Hay otro, 17 memorias y un prólogo, del cual solamente soy editora ya que los relatos fueron escritos por mis estudiantes del curso Literatura de Memorias. En breve te explico que Josefa y Josefina y Monólogos dialogados son, respectivamente, biografías, la primera de mi abuela materna y mi madre y la segunda de un amigo mexicano que ha jugado un papel muy importante en mi vida con respecto a Julio. Sin embargo, en estas dos obras, hay secciones en las que él toma parte exclusiva en el relato.
Estrada: Me consta que Autobiografía y From Heaven… son los que más se relacionan con Julio y precisamente, quiero que me expliques sobre las voces narrativas en estas novelas. Aunque no te gusta el término “novela” porque suena demasiado a ficción, como tú misma has dicho, en todo relato hay siempre un contenido ficticio desde el momento en que intentamos colocarnos en la voz de otros; aun en la propia nuestra, la parte fantasiosa se apodera de la mente y lo que no se recuerda con exactitud, se inventa, ¿no es cierto?
Burunat: Pues sí, estoy de acuerdo. La voz narrativa central es siempre la de Julio. Su muerte, ocurrida en 2005, después de 36 años de unión casi simbiótica, la idea de perderlo no tenía cabida en mi mente. Se me ocurrió que la mejor manera de hacerlo inmortal era mediante la creación literaria. Desde las más antiguas culturas a nivel mundial, el recuerdo constituye un modo de preservarlo todo: ideas, ritos, seres. Como en las viejas civilizaciones mexicanas, cuando mueres, lo peor que puede ocurrirte es ir a la “tierra de los olvidados”, la verdadera muerte sin regreso ni redención. Ah, pero existe otra dimensión, la “tierra de los recordados” donde nadie muere realmente pues siempre queda vivo en las MEMORIAS de las generaciones subsiguientes. La literatura se ocupa de ello, de convertir la historia en una bola de nieve que sigue rodando y aumentando en tamaño mientras incorpora las interpretaciones que los lectores o auditores añaden. La muerte llega con el olvido, pero la vida se prolonga en el recuerdo. Y en cuanto a mí como personaje literario, solo aparezco en mis obras como narradora o dialogando con Julio. Aunque a veces hablo más de la cuenta y él me recuerda que debo callar para cederle la palabra.
Estrada: Ay, Silvia, qué graciosa esta última frase. Pero yo me atrevería a decir que tu escritura cumple un propósito terapéutico también. Nace de la ausencia de Julio y sirve de suplemento para llenar el vacío que él dejó con su “viaje celestial”, como he comprobado que te refieres a su muerte. Dime qué estrategias empleas además de diálogos.
Burunat: El diálogo, como es una conversación entre dos, me resulta más terapéutico que otro estilo. Es mi voz, pero más aún la de Julio. Te supondrás que, en treinta y seis años de convivencia y sin tener que desviar la atención hacia los hijos, ya que no los hubo, llegamos a establecer tal unión que hasta nos adivinábamos los pensamientos. Muchas veces estábamos en silencio y, de repente, los dos decíamos lo mismo a la vez. Era algo que nos causaba un estremecimiento, como si pudiésemos leernos la mente uno al otro. Era como un momento mágico en el que la realidad se suspendía para dar cabida a los misterios del espíritu. Otro estilo es el realismo mágico. Creo que todos mis libros terminan con epílogos, por lo general en forma de una alegoría o un cuento de hadas, siendo esa la parte más fantástica de la obra, si bien intento que no se desvíe del tema central, sino que sirva para poetizarlo.
Estrada: Silvia, ¿tienes un libro favorito de los que has escrito? Me has dicho que varias personas han comentado que el primero fue el que les causó el mayor impacto, Jornada de amor y lágrimas. Me parece algo lógico, precisamente por tratarse de una primera obra literaria pues, según tengo entendido, nunca antes te habías aventurado en los recovecos de la literatura, sino antes bien, en las ciencias más áridas como las derivadas de la lingüística: la sintaxis, etc.
Burunat: Vamos por partes y empiezo por el final. Como ya te dije, la ausencia de mi Julio adorado fue el impulso para convertirme en literata, si es que tal palabra no te resulta exagerada. Jamás creí tener una imaginación fructífera y siempre había preferido la ciencia antes que el arte. Yo soy escritora desde hace algo más de diez años; jamás se me había ocurrido componer poesías ni escribir un cuento. En cierto modo, con la excepción de esos epílogos que ya mencioné, las memorias y la biografía, en mi concepto, caen más en el terrero de la psicología y la historia que en el de la verdadera literatura creativa. Ahora, contestando tu primera pregunta, sí, para mí, Autobiografía póstuma y From Heaven to Earth and Back. (Manual para enamorados) son las preferidas. La primera, porque me atreví a situarme dentro del alma de Julio y convertirme en él para, desde la “otra esfera” presentarme (presentarlo) ante el mundo. Modestia aparte, creo que lo logré pues, como te dije, yo conocía a mi amado mejor que a mí misma. From Heaven… es mi última obra y a veces pienso que lo será en definitiva, pero quién sabe. Me ha servido para marcar un hito en mi vida, el décimo aniversario del vuelo espiritual de quien, en realidad, se llamaba Ángel Julio, aunque nunca empleaba su primer nombre. Créeme, le hacía honor pues mi compañero de vida era, efectivamente, una criatura que poco pertenecía a la Tierra. Mi parte preferida es el epílogo donde dialogo con Julio para averiguar qué pasó con su cuerpo después de haberlo donado a una Escuela de Medicina. Sí, Isabel, mi inolvidable esposo fue donante anatómico, otra forma de no desaparecer del todo para seguir viviendo en otros.
Estrada: From Heaven… ha salido este pasado abril y me gustaría que lo explicaras con más detalles porque he visto que es una obra bastante compleja.
Burunat: El tema surgió de una conversación que tuve con una colega, la cual me insistió en la estrategia del diálogo verdadero, aun si aparente ser una imposibilidad en mi caso. Así lo he hecho y la obra se divide en 24 partes, 21 de las cuales son capítulos y las otras tres, un prólogo, el epílogo que te mencioné y un colofón. No hay un orden cronológico exacto, pues el primer capítulo se refiere al día de la muerte de Julio, pero esta vez narrada por él mismo. Seguidamente, desde el II hasta el XI la temática se convierte en recuerdos de vivencias: los hospitales, nuestro apartamento neoyorquino, los hijos que no hubo y los amigos que no tuvimos, los viajes, los libros y los bailes que tampoco se llevaron a cabo; en medio de estos, aparece uno simbólico del mar y las playas, por tratarse de un sitio favorito de mi adorado. Los estudios que siempre tuvieron un lugar primordial en nuestra vida, también ocupan un espacio si bien rodeado de fantasía, ya que habla de los que no llegamos a realizar. Hacia el final, a partir del XII, el relato se va volviendo más nostálgico y alcanza un plano espiritual de conversaciones con seres que ya han partido, como Julieta Brouwer, su madre, que murió cuando Julio era un adolescente, memorias de posibles encuentros en La Habana que no ocurrieron, pero podían haber sucedido, de su niñez, de sus aficiones. Una vez que se acerca el final del libro, los asuntos vuelven más hacia mis sentimientos de culpabilidad por no haber podido evitar su partida y, finalmente, aparece un anticipo de lo que podría constituir “el edén”, la unión total y simbiótica de ambos en una nueva dimensión.
Estrada: Vamos a terminar pues me parece que esta entrevista te está resultando dolorosa, con demasiados recuerdos que te estoy haciendo revivir. Si pudieras resumir toda tu obra en una palabra que se repita, literal o figurativamente a través de ella, ¿cuál elegirías?
Burunat: Isabel, sin duda alguna y con mayúscula, el AMOR. El que sentí por Julio desde el primer instante que en la primavera de 1969 lo conocí y que siguió creciendo en intensidad y amplitud y no se ha detenido ni se detendrá nunca. La comunicación y la conexión que se relacionan con el amor ya te lo he platicado. Fíjate que uso un mexicanismo, platicar, es que mi suegro, a quien conocí en seis ocasiones en nuestras visitas a Cuba, había nacido en Puebla de padres cubanos; el abuelo de Julio trabajaba en un ingenio azucarero y allí nacieron sus tres hijos. Ángel María y sus dos hermanas fueron a Cuba, donde nunca habían estado, siendo aún niños. Él tenía once años. Perdió el acento, pero no el vocabulario que estaba salpicado de frases como “platícame qué te ocurrió” y “niño, no te talles los ojos” entre muchas más. Julio las heredó de su padre y yo, que cada día que pasa me parezco más a Julio, creo que por ósmosis, también las empleo.
Estrada: Me conmueve tanto todo esto, no tienes idea. Especialmente hoy en día cuando a pesar de los medios de comunicación contemporáneos que parecen unirnos globalmente, el resultado es lo contrario. Ya ni hablamos por teléfono a pesar del móvil. Hasta tú y yo, Silvia, nos hemos acostumbrado a mandarnos correos electrónicos a diario y no se nos ocurre tomar el teléfono para, al menos, escuchar las voces respectivas, algo mucho menos impersonal que la escritura en una máquina. ¿Qué consejo podrías dar a tus lectores sobre este tema del amor? Esta será mi última pregunta, te lo prometo.
Burunat: Ninguno. Tengo muchas amigas que están dentro de matrimonios buenos, cordiales, serenos, equilibrados, pero absolutamente todas me dicen que ni se acercan al mío. Creo que, como dice la religión musulmana entre otras, Alá nos tenía predestinados, a Julio y a mí, a amarnos desde el inicio de los tiempos y el comienzo del universo. Perdóname las frases de telenovela, pero no lo son. Los que tienen fe deben pensar que a cualquiera le puede suceder, aunque yo te acabo de decir que no conozco a esas personas, pero como pasó en mi vida, como sigue pasando, también podría presentarse en otras existencias. Probablemente sea una en trillones, pero si nosotros encontramos ese AMOR imperecedero, igualmente podrá repetirse en otros seres. Es todo lo que puedo decirte, en todo caso el consejo sería de paciencia y esperanza. Gracias, Isabel por tomarte tu precioso tiempo para esta entrevista. Muchas gracias.
Silvia Burunat es profesora de Lingüística Hispánica con especialización en Gramática e Historia de la Lengua Española, además de Literatura de Memorias, Terapéutica, de Viajes y Viajeros, de temática cinematográfica en lengua castellana y Cultura y Civilización Españolas entre otras materias. Obtuvo su Doctorado en Lengua y Literatura Españolas en The City University of New York, Graduate Center. Es parte del claustro de profesores en el Department of Classical Languages and Literatures, The City College of NY, CUNY. Burunat es la autora principal de varios libros de texto, todos en terceras ediciones con la editorial Peter Lang, NYC: El español y su sintaxis (2010), El español y su estructura (2012) y El español y su evolución (2014) así como de los libros de memorias y biográficos que se mencionan al principio de esta entrevista, todos publicados en Editorial Betania entre 2006 y 2015.
Isabel Estrada es profesora literatura y cine españoles con especialización en la guerra civil , la postguerra y la Transición a la democracia. Obtuvo una Licenciatura de la Universidad de Sevilla en Filología y un Doctorado en Literatura Española en Columbia University (NYC). En la actualidad es parte del claustro de profesores en el Department of Classical and Modern Languages and Literatures, The City College of NY, CUNY. Es autora del libro titulado El documental cinematográfico y televisivo contemporáneo: memoria, sujeto y formación de la identidad democrática española [Suffolk, UK: Tamesis Books 2013], además de numerosos artículos. En la actualidad redacta su segundo libro, que lleva por título Expanding Spanish Cinema: New Forms of Cultural Intervention in the Twenty-‐First Century.