Posts Tagged ‘Gastón Baquero’

Tenemos el placer de presentar Gastón Baquero, lo que no se ve (Betania, 2024), de León De la Hoz, en el día en que el gran poeta, ensayista y periodista cubano, fallecido en Madrid hace 27 años, cumple un aniversario más para ser recordado.

Es un día especial para la cultura cubana, tanto la que vive fuera como la que lo hace dentro. Baquero representa lo mejor de la literatura cubana y es un orgullo en cualquier lugar del mundo saber que representa lo mejor de la nación cubana. Su cubanía, su inteligencia, su sabiduría y su creatividad han sobrevivido a la decadencia, el silencio y la brutalidad, y son libros como el que presentamos hoy los que ayudan a su mayor y mejor conocimiento entre los jóvenes por los cuales el poeta hacía un brindis en su libro Poemas invisibles (1991).

La nueva antología de De la Hoz no es una antología al uso, en ella se ha hecho prevalecer el criterio del poeta Baquero, a través de las múltiples páginas que dedicó a querer decir qué era la poesía para él y de las conversaciones que sostuvo con De la Hoz. Es un largo camino lleno de contradicciones y también de riquezas aquellos donde Baquero busca, que él mismo se situó en dos polos, «lo sentimental» y «lo inteligente». Entre ellos se debatió para hacer de la poesía el sitio donde tan bien se está, diría otro gran poeta como su compañero Eliseo Diego.

El libro consta de un amplio prólogo del autor, que no se propone hacer un estudio, como dice en su texto, pero en el que pone determinadas señales que seguramente servirán de reflexión y estímulo para estudiosos y lectores nuevos. El enfoque, que es novedoso, también pudiera ser polémico, pero sobre todo es útil porque permitirá una lectura diferente de la poesía de Baquero.

Seguramente el lector se preguntará por el título que, según explica De la Hoz, es precisamente la medida que ponía Baquero a la poesía, que podía estar en todas partes, pero sólo podía ser vista por algunos y otros pocos que serían capaces de revelarla: los poetas. En ese sentido De la Hoz nos lo recuerda con un juicio del poeta que encabeza su prólogo: «La metáfora más generosa, manuable e inmediata de Dios es la Poesía».

El libro cierra y se completa con las dos entrevistas que el poeta Felipe Lázaro le hiciera a Baquero en 1987 y en 1994, que tienen varias ediciones bajo el título de Conversaciones con Gastón Baquero (Betania). Un libro que el autor de la antología cree indispensable para conocer la vida y la obra que se entrelazan respirando la una de la otra.

El libro se podrá adquirir en los próximos días únicamente en la plataforma de Amazon, tanto en papel como en la versión digital para dispositivos electrónicos.


GASTÓN BAQUERO, lo que no se ve, de León De la Hoz

(Antología poética)

2024, 246 p.p. Colección Antologías

I.S.B.N.: 978-84-8017-466-4.

PV: 10.00 euros (Papel)

PV: 5.00 euros (ebook)

León De la Hoz, poeta, narrador y periodista. Ha publicado Coordenadas (1982); La cara en la moneda (1987); Los pies del invisible (1988); Preguntas a Dios (1994); La poesía de las dos orillas, Cuba (1959-1993)(1994,2018); Cuerpo divinamente humano (1999, 2021); La semana más larga (2007); Vidas de Gulliver (2012, 2016, 2017); Los indignados españoles: Del 15M a Podemos (2015); La mano del hijo pródigo (2019); Ejercicio de Convivencia. Guía emergente para sobrevivir al virus sin morir de aburrimiento (2020); Fragmentos del descuartizador (2023); Gastón Baquero, lo que no se ve (2024). Ganó los premios David (1984) y Julián del Casal (1987), ambos de la UNEAC. Ha sido antologado en diferentes ocasiones, como en Poesía cubana: La isla entera (1995), de Felipe Lázaro y Bladimir Zamora; Las palabras son islas. Panorama de la poesía cubana del siglo XX (1999), de Jorge Luis Arcos; Antología de la poesía cubana, Vol. IV, de Ángel Esteban y Álvaro Salvador; Poemas cubanos del siglo XX (2002), de Manuel Díaz Martínez. Dirigió la revista cultural La Gaceta de Cuba, en La Habana. Escribe en El blog de León.

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El próximo 20 de mayo se presentan en Madrid dos libros del poeta cubano Gastón Baquero (Banes, 1914-Madrid, 1997):

Entrevistas a Gastón Baquero (Betania / Ayuntamiento de Arona, 2021) de VV. AA. ( Felipe Lázaro, Carlos Espinosa Domínguez, Bladimir Zamora Céspedes, Efraín Rodríguez Santana, Alberto Díaz Díaz, Niall Binns y Alberto Linares) con Prólogo de Pedro Shimose y Epílogo de Pío E. Serrano; 168 pp. (2ª edición).

La mítica ciudad llamada La Habana (Lobey ediciones, 2021), de Alberto Linares.

Participan: Pío E. Serrano, León De la Hoz, Alberto Linares y Felipe Lázaro.

Lugar: Biblioteca Pública Elena Fortún

c/ Doctor Esquerdo 189. Madrid 28027.

Hora: 18.30.

Metro: Pacífico.

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Nos complace invitar a la presentación de la 2º edición aumentada del libro Entrevistas a Gastón Baquero (Betania / Ayuntamiento de Arona, 2021; 168 pp.) de VV.AA (Felipe Lázaro, Carlos Espinosa Domínguez, Bladimir Zamora Céspedes, Efraín Rodríguez Santana, Alberto Díaz Díaz, Nialls Binns y Alberto Linares).

Prólogo del poeta boliviano Pedro Shimose y Epílogo del poeta y editor cubano Pío E. Serrano.
Ilustración de portada (Retrato de Gastón Baquero) del pintor cubano Ariam Pérez Barrios.

En este mismo acto, se presentará el libro La mítica ciudad llamada La Habana (Editorial El Lobey, 2021) con textos de Gastón Baquero; 98 páginas. Libro coordinado por el escritor canario Alberto Linares.

DÍA:  próximo miércoles 3 de noviembre (2021).
HORA: 19.00 p.m.
LUGAR: Centro Cultural de los Cristianos, Arona, TENERIFE.

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Vídeo promocional de la 5ª edición del libro Conversaciones con Gastón Baquero (Betania, 2019) del poeta y editor cubano Felipe Lázaro (Güines, 1948).

Esta nueva edición contiene las dos conversaciones que su autor mantuvo con Gastón Baquero: la primera en 1987 y la segunda en 1994, y tres textos de reconocidos poetas hispanoamericanos, como Alfredo Pérez Alencart, Jorge Luis Arcos y León de la Hoz que enriquecen esta entrega.

Además, como novedad, se incluye un Apéndice con varios poemas de Gastón Baquero, seleccionados por Felipe Lázaro (2019).

El libro se puede adquirir en AMAZON en la siguiente dirección:

https://www.amazon.es/Conversaciones-Gast%C3%B3n-Baquero-Felipe-L%C3%A1zaro/dp/8480173181/ref=sr_1_1?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&keywords=felipe+lazaro&qid=1553091141&s=books&sr=1-1

Precio del ejemplar impreso: $15.00 dólares, más gastos de envío.


CONVERSACIONES CON GASTÓN BAQUERO
https;//www.youtube.com/watch?v=XHivinXBLcA

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Texto publicado en la revista chilena Crítica. CL (15 de mayo de 2018) por Luis García de la Torre.

El poeta y editor cubano Felipe Lázaro fundó en 1987, en Madrid, la casa editorial Betania con la primera edición de Conversaciones con Gastón Baquero, entendiendo, o no, que se comprometía con Cuba e Hispanoamérica de ahí en adelante. Luego en 1994 presenta una segunda edición aumentada con prólogo del poeta y crítico colombiano Juan Gustavo Cobo Borda y epílogo del crítico y profesor cubano José Prats Sariol. Dieciocho años después en el 2012, en un mundo ya completamente digitalizado se vuelve a reproducir en versión electrónica (e-book) con textos del poeta peruano Alfredo Pérez Alencart y de los notables vates cubanos Jorge Luis Arcos y León de la Hoz. Y al celebrarse el centenario del nacimiento de Gastón en el 2014 se hace la edición impresa, también con Una introducción digital del mismo Felipe Lázaro e incluyendo una Aproximación para una bibliografía de Gastón Baquero actualizada hasta el 2012, y en portada la obra Flora No. 23 del pintor de la isla René Portocarrero.

A través de las cuatro publicaciones la casa editorial Betania ha hecho un ilustre trabajo “y de esa forma publicitar o promover su poesía (añado también al hombre y al autor), en momentos aquellos que apenas se le reconocía ni dentro ni fuera de su Isla”[1] por lo que bastas generaciones de cubanos, los de adentro y los de afuera, hemos agradecido este rescate perpetuo de una de las más grandes voces literarias nuestras. Un 15 de mayo de 1997 en Madrid, ciudad donde residió desde 1959, deja de existir el poeta, ensayista y periodista cubano Gastón Baquero.

Reproduzco el inicio de las Conversaciones… en este doble homenaje, al autor y a la obra de Betania, cuando se explaya sobre su Banes y sus comienzos, en aquellos primeros años del siglo XX en una Cuba hoy ya muy lejana, en todo sentido:  

– Visitar la casa de Gastón Baquero, en la madrileña calle de Antonio Acuña, es como acercarse a una prolongación de Cuba en España, donde los retratos de José Martí acompañan a los de Rilke y Whitman, mientras las paredes desaparecen repletas de estanterías de libros, que son su cotidiana obsesión, sumergido constantemente en sus interminables lecturas. ¿Cómo influyó en tu formación y vida literaria el haber nacido en un pueblo como Banes, más en contacto con la naturaleza, el campo, los cultivos y tu posterior descubrimiento de La Habana, más cercana de lo foráneo, de la influencia extranjera?

Mi pueblo natal no era exactamente un pueblo campesino con predominio de lo rural sobre lo urbano. Por la presencia allí, desde el año 2, de la United Fruit Company (seamos justos, mal que moleste) la calidad de vida de ese pueblo, que presumía de haber sido la capital indígena de Cuba, Baní, era deseada y envidiada por muchos otros pueblos del contorno.

Una de las consecuencias o razones de esa calidad de vida era la abundancia de las escuelas públicas y privadas. Hasta los que por razón de pésima condición económica no asistíamos a la escuela a la edad conveniente conocíamos de la fama de los maestros y maestras, caracterizados casi todos ellos por el amor a los versos y por el hábito de decir poesías, en el aula o en la tribuna patriótica, en el café o en las reuniones familiares.

Tengo de esto una memoria tan viva que ahora mismo puedo recitar sin tropiezo tiradas enormes de los poetas más difundidos hacia los años veinte. En mi casa natal estaba representada la inquietud cultural del pueblo por el amor casi enfermizo de las mujeres por la lectura de poemas románticos (Darío, Silva, Nervo, etc) y de novelas populares (M. Delly, Carolina Invernizio, Alejandro Dumas, Vargas Vila, Elinor Glynn, Maryan, ¡lo que fuera con tal que hiciera llorar!) y por la ansiedad de una joven tía mía por copiar y aprenderse cuanto poema llegaba a su conocimiento. Era moda tener cada muchacha una libreta, un libretón, donde ella y sus amigas y amigos escribían poemas, esforzándose en la caligrafía muy cuidada.

Me veo de muy niño, sin haber aprendido del todo a leer, con una libretas de ésas en las manos, leyéndole en voz alta poemas a la tía, para que los fuese pasando a la libreta suya. Poemas de Darío, de Nervo, de Díaz Mirón, de Heredia, de Zenea, de Martí, de Manuel Acuña, de Silva, de Julio Flórez… Esto, se afirma, deja huella. Cuando me reprocho el énfasis, lo oratorio, lo demasiado elocuente a veces que hay en los poemas que escribo, me consuelo pensando que no sólo he nacido en el Trópico, en el retumbante mundo antillano, sino que además entré en el mundo de la poesía arrastrado por unas melodías que eran más bien sonsonete y trompetería, énfasis y sentimentalismo sin límites.

No guardo memoria de cuándo comencé a escribir, en secreto, naturalmente, enseñándole únicamente a la tía de los poemas aquellas cosillas. Tendría once o doce años – antes de ir para la capital- cuando mi confidente y guía me dijo: “Vamos a copiar eso en la libreta grande, porque me ha gustado mucho. Léemelo despacio”. Y desarrugando un pequeño papel que estrujaba entre las manos, muy avergonzado y titubeante, leí para ella lo que había escrito sin saber bien por qué:

EL PARQUE

El parque de mi pueblo tiene

cuatro laureles y el busto de un patriota.

 

Cuando la tarde es hecha una lumbre tranquila,

arriban silenciosa las ancianas.

 

La tarde es lo más bello de este pueblo,

y son tristes sus noches,

 

cuando el parque se queda desolado,

con sus cuatro laureles y el busto de un patriota.

El parque y los laureles eran literales, pero las ancianas me las inventé. Veía el cuadro completo, no cómo era exactamente, sino como yo quería que fuese. Instintivamente, había comenzado ya a arreglar el mundo, a poner en el escenario lo que yo quería que estuviese allí y no lo que en realidad estaba allí. Si es cierto aquello de que “el niño es padre del hombre”, en mi caso se confirma. Se es de mayor lo que se fue de niño, sólo que ampliado, deteriorado, echado a perder.

Sí. La poesía fue siempre para mí, y sigue siéndolo, un instrumento, una herramienta con la que se puede, o bien conocer a fondo el mundo que nos rodea, o bien rehacer y construir a nuestro antojo ese mundo. Me llega a la memoria, en este momento, como una visita inesperada, otro ejemplo de mi instintiva tendencia a reformar la realidad. Pasaba un río por el centro del pueblo. Era un río con la menor cantidad posible de río que se haya visto, pero hablábamos de él como de alguien que de tiempo podía dar la sorpresa de convertirse caudaloso y peligrosísimo. La verdad es que queríamos los muchachos tener un río importante y magnificábamos aquel hilillo de agua verdosa.

Los psicoanalistas dirán por qué soñé una noche que se había ahogado en el río una amiga pequeña, la más bonita del pueblo, la que en la iglesia escogían para vestirla de ángel el Domingo de Resurrección. El sueño me impresionó y quise contárselo a mi público, que era mi tía. Y a lo que escribí le puse encima el título de “Elegía”, porque la palabra me gustaba y sabía ya que se trataba de muerte. Aquí está cómo transformé, teniendo trece años como mucho, el sueño que había tenido:

A la niña que ha muerto esta mañana

le hemos puesto en el pecho una azucena,

y hemos puesto además una manzana

junto a su mano pálida y serena.

 

Los niños han venido. Y está llena

su habitación de leve porcelana,

parece que se mira en la azucena

y que tiende su mano a la manzana.

 

Nos alejamos quedos de su lecho

contemplando otra vez su faz serena,

y mientras rueda el sollozo en nuestro pecho,

 

y nos sigue el olor de la azucena,

la decimos adiós, vamos derecho

a llorar en lo oculto nuestra pena.

Dramatizar un hecho irreal, o convertir en irrealidad un hecho dramático, es cosa que nació conmigo. No creo que conduzca a nada interesante averiguar si se debe a inconformidad con el mundo en general, o a disgusto con uno mismo por sus defectos, o a rebeldía ante los aspectos feos de la existencia, que son tantos. Venga de donde venga esa tendencia, ese instinto irrefrenable, es de ahí y no de la literatura de donde extraigo los poemas, de donde los he extraído siempre.

Esta persona dominada por la fantasía -por la necesidad o por el gusto de fantasear- es la que sale un día de su pueblo y va a vivir a la capital. A la capital de un país con tradición larguísima de poesía. Y de poesía llena de fantasía, de imaginaciones, de poetas que por lo mismo que no han visto jamás la nieve, escriben cantos y cantos a la nieve, que es lo debido. Hablar de lo que no se ha visto es crear. Intentar describir lo visto es una utopía, porque lo real es inapresable por la palabra y aun por la mirada.

Nota [1] Una introducción digital (que sirve para esta edición impresa).


Luis García de la Torre (La Habana, 1973). Poeta y escritor cubano, residente en Chile. Su último título publicado: La familia Loynaz y Cuba (Betania, 2017).

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Honrar, honra.

José Martí

Nada puede secar el árbol de la poesía.

Gastón Baquero.

 

Hace ya veinte años (el 15 de mayo de 1997, otro madrileño día de San Isidro) fallecía en la capital española el poeta, ensayista y periodista cubano Gastón Baquero (1914-1997), uno de los grandes de la cultura cubana e hispanoamericana, tras 38 años de largo exilio vitalicio.

En este vigésimo aniversario es casi un deber con  Gastón Baquero -el Maestro y el amigo-  recordar su sobresaliente figura. Para ello, Betania se suma a esta conmemoración no solo para evocar su valiosa trayectoria literaria (poética y ensayística) y  de su aún poco estudiada obra periodística, sino para rememorar al hombre de letras, al patriota, al exiliado…Muchos son los recuerdos, las enseñanzas, las anécdotas que se agolpan en este instante en que escribo estas líneas. Palabras llenas de agradecimiento por su generosa amistad, por su ejemplar forma de ser cubano y por su visión universalista de la cultura que lo ha hecho trascender de la muerte física, transitando -después de estos veinte años- por una especie de renacimiento de su imagen y obra.

La presencia imborrable de Gastón Baquero en Cuba, con su poesía y su periodismo, ya ha quedado plasmada en las letras cubanas del pasado siglo, incluso la obra baqueriana ha dejado su impronta en una España -que tras un frío y poco solidario recibimiento  a su llegada al exilio español- ha terminado valorando al Maestro como uno de los grandes poetas y escritores hispanoamericanos de todos los tiempos. Reconocimiento al que Baquero ha aportado su importante bibliografía española, sobre todo, con su primordial poemario Memorial de un testigo (1966), seguido de Magias e invenciones (1984), Poemas invisibles (1991), Poesía completa, 1935-1994 (1995) publicada en Salamanca bajo la coordinación de Alfonso Ortega Carmona y Alfredo Pérez Alencart, y las dos ediciones de su Poesía Completa (Verbum,1998 y 2016) hasta la reciente antología Palabra inocente (Visor, 2017) compilada por Carlos Javier Morales; entre otros títulos poéticos. Sin olvidarnos de su valiosa obra ensayística publicada en España: Escritores hispanoamericanos de hoy (1966), La evolución del marxismo en Hispanoamérica (1966), Darío, Cernuda y otros temas poéticos (1969), Gertrudis Gómez de Avellaneda (1974),  Páginas escogidas de Simón Bolívar (1983), Indios, blancos y negros en el caldero de América (1991), Acercamiento a Dulce María Loynaz (1993), La fuente inagotable (1995), libro sobre José Martí,  Ensayos (1995) tomo que reúne casi toda su obra ensayística y que también fue publicada en Salamanca, Primeros textos, 1936-1945 (2001),  Eternidad de Juan Ramón Jiménez (2003), Geografía literaria, 1945-1966 (2007),  Andaluces (2009) y Apuntes literarios de España y América (2011).

En estos veinte años son muchas las publicaciones que se han hecho de  -y sobre- la obra de Gastón Baquero, incluyendo su poesía, sus ensayos y la recopilación de su periodismo cultural, pero conviene no olvidar a quienes desde finales de los años 60 y, sobre todo, en los años 80 y 90, auparon su nombre literario y se encontraron entre sus amigos de siempre; además de nuevos nombres que se han sumado a la labor de difundir el legado baqueriano. Me refiero a  autores españoles, como: Francisco Brines, Rafael Montesinos,  Guillermo Díaz Plaja, José García Nieto, Luis Suñén,  Luis Antonio de Villena, Luis Alberto de Cuenca, Luis Frayle Delgado, Leopoldo Alas, Ángel Luis Vigaray, José Ramón Ripoll, Alberto Linares Brito, Carlos Javier Morales, Víctor García de la Concha, Carlos Bousoño, Fernando Rodríguez Lafuente, Alfonso Ortega Carmona, J. J. Armas Marcelo,  Rafael Alfaro, Santiago Castelo, Antonio Fernández Ferrer, Carmen Ruiz Barrionuevo, Carlos Barbáchano, Ángel Rodríguez Abad, Javier Lostalé, Blas Matamoros, entre otros. Los latinoamericanos Alberto Baeza Flores, Alfredo Pérez Alencart, Pedro Shimose, Juan Gustavo Cobo Borda, Carlos Contramaestre, Elizabeth Burgos, Salvador Garmendia  y Carlos Meneses. Los cubanos Eugenio Florit, José Olivio Jiménez, Pío. E. Serrano, Efraín Rodríguez Santana,  León de la Hoz,  José Prats Sariol, Isabel Castellanos,  Orlando Rossardi, Carlos Espinosa Domínguez, Armando Álvarez Bravo, Walfrido Dorta,  Amaury Francisco Gutiérrez Coto, Oscar Fernández de la Vega, Bladimir Zamora Céspedes, Alberto Díaz Díaz, Nelson Simón González, Virgilio López Lemus, Alfredo Zaldívar, Luis Yuseff,  Jesús J. Barquet, Rosario Hiriart,  César López, Rosario Rexach, Raúl Rivero, Alberto Lauro, Fabio Murrieta, Manuel Gómez-Reinoso, Remigio Ricardo Pavón, Camilo Venegas,  Jorge Luis Arcos, Luis Rafael Hernández, Antonio José Ponte, José A. Torres, Jorge Ribail Reyes,  Nidia Fajardo y quien escribe estas líneas, entre otros. Todos (hispanos, americanos y cubanos) han ayudado a aumentar la ya extensa bibliografía  baqueriana. Sin olvidar a sus traductores:  Elena Jaratsi (griego), Gaetano Longo (italiano), Greg Simon y Stephen F. White (inglés), Juana y Tobías Burghardt (alemán), Jacobo Machover (francés), a los estudiosos de su obra, como: Niall Binns y Clément Akassi Animan y los reconocidos pintores  Sylvain Málet, Luis Cabrera y Miguel Elías con sus bellos retratos del Maestro hasta la famosa y más reproducida foto de Jesse A. Fernández,  que es la imagen más conocida de Baquero. Así como el documental Retrato de Gastón Baquero (2014, 60 minutos) realizado por Manuel Rodríguez Ramos y Marié Pereira.

Para homenajear al poeta, en este vigésimo aniversario, reproducimos la portada del periódico madrileño La Prensa del Caribe (Nº 1, junio de 1997) con la citada foto de Fernández y un artículo de mi autoría que se publicó en ese número, días después de su fallecimiento:

 

 

Gastón Baquero: Maestro y amigo

Por Felipe Lázaro.

 

Si en abril, “el mes más cruel”, según Eliot, fallecía Dulce María Loynaz; mayo ha sido demoledor con la muerte de Gastón Baquero. El mismo mes que nos arrebató a José Martí, repite la tragedia cubana con el fallecimiento de otro Maestro.

Aún recuerdo nuestro primer encuentro en el Madrid estudiantil de finales de los sesenta. Estábamos reunidos un grupo de universitarios cubanos, en la siempre memorable cafetería del Instituto de Cultura Hispánica, cuando nos presentaron. De entrada, nos impresionaron su gran estatura y su elegancia al vestir: parecía un patricio cubano del siglo XIX. Pero tan pronto comenzó a hablar, nos dejó a todos aún más sorprendidos por su gran sabiduría y erudición: era como una enciclopedia abierta, repasando toda la historia política y literaria de Cuba en breves minutos; dándonos una especie de improvisada lección magistral.

Al final de la conversación nos insistió, una y otra vez, que estudiásemos; recordándonos el ejemplo del universitario Martí en España. Después, antes de despedirse, pagó nuestra repetidas consumiciones y, desde entonces, comprendí su gran generosidad y su constante disposición a dialogar con los más jóvenes. Así, Gastón se convirtió para mí en una de las fuentes recurrentes de mis años universitarios: ¿Cuántos libros prestados? ¿Cuántos libros me recomendó que leyera? La lista seria innumerable, aunque debo confesar que como buen maestro me indicó una lectura imprescindible para el joven poeta que entonces se iniciaba: “Rilke, Felipe, lee a Rilke”.

Aquellos jóvenes cubanos de entonces, asistíamos a sus múltiples conferencias o disertaciones en aquel Madrid franquista (en el Colegio Mayor Guadalupe o en Cultura Hispánica), no como seguidores de una cubanidad trasnochada, sino sabiendo que estábamos ante un maestro. Como años más tarde, con la recién estrenada democracia en España, lo escuchamos en la Residencia de Estudiantes o en la Casa de América en Madrid, no como un escritor cubano más, sino ya sabiendo que era uno de los cubanos más ilustres de nuestro siglo.

Peregrinar a su madrileña casa de Antonio Acuña fue, siempre, como regresar a la Isla en una especie de viaje imaginario o saciar de toda una puñetera vez nuestra sed de nostalgia. En uno de esos momentos, me presentó a varios poetas cubanos que residían en la Isla y gracias a él pudimos conocernos. Como sucedió con Blamidir Zamora, con quien publiqué en 1995, la antología Poesía Cubana: La Isla Entera (1), que comienza con sus palabras:  “A los poetas que llegan y seguirán llegando. A los muchachos y muchachas nacidos con pasión por la poesía en cualquier sitio de la plural geografía de Cuba, la de adentro de la Isla y la de fuera de ella”. Curiosamente, Bladimir, junto a otro poeta cubano, Camilo Venegas, fueron invitados -en 1991- a leer sus poemas en la Casona del Vigía en la ciudad cubana de Matanzas, pero, en vez de leer sus poemas, ambos leyeron los de Baquero, siendo los primeros en la Isla en rescatarlo de un silencio impuesto desde 1959. (2)

Tampoco puedo olvidar las cenas cubanas en su casa: congrí, yuca y plátanos fritos, o cuando asistíamos al restaurante asturiano cercano a la misma, con innumerables amigos. Aunque, quizás, la más memorable fue una especie de cena cubano-venezolana con Carlos Contramaestre y Salvador Garmendia, donde el americanista Gastón brilló en toda la extensión de la palabra, como otros recordables almuerzos con el profesor José Olivio Jiménez o con  Reinaldo Arenas. También recuerdo otras comidas, como las dos que organizó el Ministerio de Asuntos Exteriores español, una, más improvisada, en el restaurante asturiano que quedaba cerca del domicilio de Gastón y otra más oficial en el restaurante de la madrileña Casa de América, cuando se celebraron las Jornadas de Poesía Cubana “La Isla Entera” (1994) que reunió a poetas de dentro y fuera de la Isla. (La presencia de César López, José Prats Sariol, Efraín Rodríguez Santana y Jorge Luis Arcos, entre otros, que viajaban desde La Habana, junto a Heberto Padilla y José Kozer, entre otros exiliados, convirtió aquellos banquetes en algo verdaderamente inolvidable). Como la concurrencia y presencia  diaria de Gastón: mañana y tarde en dichas Jornadas, que se repitió en el evento de cuentistas cubanos al año siguiente, a pesar de su ya maltrecha salud. (3)

Pero lo más importante de su última trayectoria madrileña fue su constante asistencia a las presentaciones de libros de jóvenes autores cubanos, de dentro o fuera de la Isla, con lo cual demostraba su gran interés por conocer a la nueva generación de escritores cubanos.

El autor de Poemas invisibles (1991) vivía para la poesía y para Cuba, siendo éstas, dos constantes de su vida y de su extensa obra, tanto en la poesía como en la prosa; que lo ha convertido en el gran maestro de la literatura escrita en español de este siglo. Y siempre se le recordará, además, por su inmensa labor periodística, desarrollada desde su más temprana edad y que aún está por estudiar.

Actualmente, la mayoría de sus poemas –felizmente- ya se leen en La Habana o en Caracas, en Matanzas o en Salamanca y no digamos en este Madrid donde le sorprendió la muerte:

 

Parece que estoy solo,

diríase que soy una isla, un sordomudo, un estéril.

Parece que estoy solo, viudo de amor, errante,

pero llevo de la mano a un niño misterioso.

 

Así comienzan los primeros versos de su poema “Silente compañero”. Como ya es un clásico de la poesía cubana “Palabras escritas en la arena por un inocente”, con su verso inicial:

 

Yo no sé escribir y soy inocente.

 

O este fragmento de su poema “Fábula”;

 

Mi nombre es Filemón y mi apellido Ustariz.

Tengo una vaca, un perro, un fusil y un sombrero;

vagabundos, errantes, sin más tierra que el cielo,

vivimos cobijados por el techo más alto;

ni lluvias ni tormentas, ni océanos ni ríos,

impiden que vaguemos de pradera en pradera.

 

¿Quién no ha leído en voz altas el comienzo de su “Memorial de un testigo”?

 

Cuando Juan Sebastián comenzó a escribir la Cantata de café,

yo estaba allí:

llevaba sobre sus hombros, con la punta de los dedos,

el compás de la zarabanda.

 

¿Quién no peregrinó a la calle de Antonio Acuña, cual Velintonia o Trocadero, en busca de sueños compartidos? Y

 

¡todos felices de pronto, todos gozosos

devorando el asombro de la luz!

 

Definitivamente, después de 38 largos años de exilio, Gastón Baquero no regresará físicamente a Cuba; aunque su poesía, como su poética evocación de La Habana, siempre se escuchará en la Isla.

 

Yo te amo, ciudad

aunque sólo escucho de ti el lejano rumor,

aunque soy en tu olvido una isla invisible,

porque resuenas y tiemblas y me olvidas,

yo te amo, ciudad.

 

 

Madrid, mayo de 1997.

Fuente: La Prensa del Caribe (Madrid: Nº 1, junio 1997; pág. 14). Este artículo también fue publicado en el libro Gastón Baquero: La invención de los cotidiano (Betania, 2001) de Felipe Lázaro; págs. 27-33.

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Con esta entrada rendimos un merecido homenaje al autor de Memorial de un testigo, recordando -como si fuese ayer- sus días habaneros y madrileños, rememorando sus libros y leyendo sus poemas; además de no cansarnos de resaltar su ya reconocida obra literaria. Y aunque falleció hace ya veinte años, a los 83 años de edad, después de un duro destierro de casi cuatro décadas, sin poder volver a ver su amada tierra cubana (otro de los crímenes más espantosos e injustificables del régimen del 59), ya hoy sabemos que Gastón Baquero ha vencido a la muerte y que sus versos recorren todos los rincones del imaginario cubano, incluyendo el exilio; pues isla y destierro conforman la patria entera, la  Cuba plural que tanto nos enseñó a amar. Hoy ya nos consta que su poesía siempre ha estado -y está, más que nunca-  presente en tierras cubanas. Sabemos que sus poemas se leen desde Banes hasta su querida Habana, pues los poetas nunca mueren,  renacen, como la rosa baqueriana en uno de sus más bellos poemas fundacionales “Qué pasa, qué está pasando…”:

 

Qué pasa, qué está pasando siempre debajo del jardín

que las rosas acuden sin descanso.

Qué está pasando siempre debajo de ese oscuro espejo

donde nada se oculta y disuelve.

Qué pasa, que está pasando siempre debajo de la sombra

que las rosas perecen y renacen.

Que nunca se desmiente su figura,

que son eternas sombras, idénticos recuerdos.

Qué está pasando siempre bajo la tierra oscura

donde la luz levanta rubias alas

y se despliega límpida y sonora.

Qué está pasando siempre bajo el cuerpo secreto de la rosa

que no puede negarse al cielo temporal de los jardines,

que no puede evitar el ser la rosa, precisa voluntad, sueño visible.

Qué pasa, qué está pasando siempre sobre mi corazón

que me siento doliéndole a la sombra,

estorbándole al aire su perfil y su espacio.

Y nunca accedo a destruir mi nombre,

y no aprendo a olvidarme, y a morir lentamente sin deseos,

como la rosa límpida y sonora que nace de lo oscuro.

Que se inclina hacia el seno impasible de la tierra

confiando en que la luz la está esperando, creándose la luz,

eternamente fija y libertada bajo el cuerpo secreto de la rosa.

 

Felipe Lázaro

Escalona, mayo de 2017.


Notas de actualización (mayo, 2017):

 (1)  La antología  Poesía Cubana: La Isla Entera (Betania, 1995; 392 pp.), compilada por  Felipe Lázaro y Bladimir Zamora, reúne a 57 poetas cubanos que -entonces- residían dentro o fuera de Cuba: Miguel Barnet, José Mario, José Kozer, Isel Rivero, Pío E. Serrano, Rafael Catalá, Belkis Cuza-Malé, Guillermo Rodríguez Rivera, Reinaldo García Ramos, Nancy Morejón, Magali Alabau, Lina de Feria, Julio E. Miranda Delfín Prats, Raúl Rivero, Lilliam Moro, Maya Islas, Felipe Lázaro, Luis Lorente, Gustavo Pérez Firmat, Rolando Estévez Jordán, Alina Galliano, Lourdes Gil, David Lago González, Rafael Bordao, Orlando González Esteva, Mercedes Limón, Reina María Rodríguez, René Vázquez Díaz, Badimir Zamora Céspedes, Jesús J. Barquet, Carlota Caulfield, Iraida Iturralde, Elías Miguel Muñoz, Víctor Rodríguez Núñez, Roberto Valero, Daína Chaviano, Ángel Escobar, León de la Hoz, Ramón Fernández Larrea, Alberto Lauro, Teresa Melo, Sigfredo Ariel, Reinaldo García Blanco, Emilio García Montiel, Arístides Vega Chapú, Sonia Díaz Corrales, Omar Pérez López, Antonio José Ponte, Nelson Simón González, Laura Ruiz Montes, Damaris Calderón, Camilo Venegas y Norge Espinosa. (Muchos de los poetas que residían en la Isla en 1995, con los años -y sucesivamente- optaron por el exilio y hoy residen fuera de Cuba).

(2) Estas lecturas de poemas de Gastón -que realizaron Bladimir Zamora y Camilo Venegas en la ciudad de Matanzas- se dieron en un acto organizado por el poeta y editor cubano Alfredo Zaldívar en 1991. Con posterioridad, el profesor, escritor y crítico de poesía cubana José Prats Sariol leyó en la Universidad de La Habana su ponencia “Baquero, el instinto indomable” el día 26 de enero de 1994, siendo la primera oportunidad en que la obra poética de Gastón Baquero fuera mencionada in extenso en Cuba desde 1959. (Véase: Conversaciones de Gastón Baquero (Betania, 1994) donde aparece este artículo como Epílogo, págs. 53-75. Dos años más tarde, se publica una selección de la poesía baqueriana en Testamento del pez. Antología (Matanzas: Ediciones Vigía, 1996), edición del poeta y editor cubano Alfredo Zaldívar y no es hasta varios años después que se publica en Cuba toda la obra poética de Baquero: La patria sonora de los frutos. Antología poética de Gastón Baquero (La Habana: Editorial Letras Cubanas, 2001). Edición a cargo de Efraín Rodríguez Santana. También ese mismo año, Walfrido Dorta gana el Premio UNEAC con su libro Gastón Baquero, el testigo y su lámpara: para un relato de la poesía como conocimiento en Gastón Baquero (La Habana: Ediciones Unión, 2001) y en el  2013 se publicó la antología Poderosos pianos amarillos. Poemas cubanos a Gastón Baquero (Holguín: Ediciones La Luz) compilada por Luis Yuseff  y Prólogo de Virgilio López Lemus.

(3) Las Jornadas de Poesía Cubana: La Isla Entera se celebraron del 21 al 25 de noviembre de 1994 en Madrid y fueron organizadas por la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores español. Se celebraron, por la mañana, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid y, por la tarde, en el anfiteatro de la Casa de América. Participaron 24 poetas e intelectuales cubanos. Desde Cuba: Rafael Alcides, Guillermo Rodríguez Rivera, José Prats Sariol, Cleva Solís, Jorge Luis Arcos, Efraín Rodríguez Santana, César López, Delfín Prats, Reina María Rodríguez, Enrique Saínz, Pablo Armando Fernández y Bladimir Zamora. Desde el exilio: Manuel Díaz Martínez, Albero Lauro, Mario Parajón, Gastón Baquero, Orlando Rossardi, Heberto Padilla, Pío E. Serrano, José Kozer, José Triana, Nivaria Tejera, León de la Hoz y Felipe Lázaro. (Algunos de los que viajaron en esas fechas, desde la Isla, hoy residen en el exilio).

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A finales del año 2011,  Betania inició una política de regalar sus libros electrónicos  (ebooks) de dos formas: 1) desde nuestro blog, donde se pueden leer y descargar gratuitamente en la ventana EBOOK y 2)  difundiendo -por e-mail-  todos nuestros libros  en su versión digital, con la idea de servir de forma más eficiente y moderna a la cultura hispanoamericana, en general, y a la cubana, en particular.

En este sentido, Betania ha sido pionera en los envíos digitales gratuitos a Cuba porque, desde hace 4 años, nuestros ebooks circulan entre usuarios y lectores, aunque no solo llegan a la Isla, sino también se difunden en el exilio. Desde entonces, son muchos los e-mails que recibimos de los más diversos países y cada vez son más los lectores de todo el mundo hispano que nos escriben interesados en recibir otros libros (digitales e impresos) publicados por nuestra editorial.

Hoy, a inicios del 2015, nos sentimos muy orgullosos de enumerar los 10 libros que se pueden descargar gratis en nuestro blog, solicitar por e-mail  a nuestra editorial o bien adquirir en AMAZON:

 

2011:

La espléndida Ciudad. Compilación ensayos, 2004 – 2008, de Julio Pino Miyar. 2011, 178 pp. ISBN:LA-ESPLENDIDA-CIUDAD 978-84-8017-308-7.

 

 

 

 

2012:

 * Vidas de Gulliver, de León de la Hoz.  2012, 106 pp. ISBN: 978-84-8017-321-6.Vidas de Gulliver_LEON DE LA HOZ_Página_001

 

 

 

 

 

Conversación con Gastón Baquero (3ª edición), de Felipe Lázaro. Prólogo de Alfredo Pérez  Alencart,Conversaciones con GB_ebook_OK_Página_01 Prefacio de Jorge Luis Arcos y Epilogo de León de la Hoz. 2012, 80 pp. ISBN: 978-84-8017-318-6. Recientemente publicamos la 4º edición (2014), digital e impresa, de este título para conmemorar el Centenario del nacimiento de Gastón Baquero

 

 

2013:

 

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*  Bojeo a la Isla Infinita. Antología de 6 poetas cubanos. Introducción y selección de Arístides Vega Chapú. (Contiene poemas de: Sergio García Zamora, Ihosvani Hernández, Sonia Díaz Corrales, Juan Carlos Recio Martínez, Arístides Chapú y Félix Anesio). 2013, 96 pp. ISBN: 978-84-8017-325-4

 

 

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* Lenguaje de mudos, de Delfín Prats. Prólogo de Ronel González Sánchez. 2013, 58 pp. ISBN: 978-84-8017-330-8.

 

 

 

 

 

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*   La necesidad de escribir. Ensayos literarios, de Julio Pino Miyar. 2013, 184 pp. ISBN: 978-84-8017-319-3.

 

 

 

 

El centeno que corta el aire.ebook_7_Página_01*   El centeno que corta el aire, de Margarita García Alonso. 2013, 94 pp. ISBN: 978-84-8017-334-6. Este libro, también, se puede adquirir en: http://www.amazon.com

 

 

 

2014:

El libro de las conversiones_p*   El libro de las conversiones imaginarias , de Jorge Luis Arcos. Prólogo de Efraín Rodríguez Santana. 2014, 112 p. ISBN: 978-84-8017-340-7.

 

 

 

 

Un puente contracorriente_ebook_Página_001

 

*   Un Puente Contracorriente: Un esfuerzo literario dentro y fuera de Cuba, de Marlies Pahlenberg. 2014, 104 pp. ISBN: 978-84-8017-342-1.

 

 

 

Los indignados españolesxp0*   Los indignados españoles: Del 15 M a PODEMOS, de León de la Hoz. 2014, 200  pp.  ISBN: 978.84-8017-350-6.

 

 

 

Para el 2015, tenemos en preparación: 

  • El poemario Los cristales que te hincan de Lina de Feria con Prólogo de Yoandy Cabrera .
  • La novela  Oración por el tiempo de las amigas, de Julio Pino Miyar.
  • El poemario Cuba. Poema mitológico, de Guillermo Rodríguez Rivera. Prólogo de Jorge Luis Arcos y Epílogo de Milena Rodríguez Gutiérrez.
  • El libro de cuentos El regalo, única obra publicada por Nelson Rodríguez Leyva, joven narrador cubano fusilado en La Habana en 1972, con Prólogo del profesor Rafael E. Saumell y textos de Reinaldo Arenas.

 

Además, tenemos en proyecto otros poemarios  y antologías poéticas de reconocidos poetas cubanos e hispanoamericanos.

Con estos aportes conformamos nuestra ya veterana Colección Digital  que esperamos ir ampliando en los próximos años junto con las publicaciones impresas de nuestro fondo editorial,  que ya asciende a más de 500 títulos editados desde nuestra fundación en 1987.


Nota: Estos libros digitales se pueden leer o descargar gratis en nuestro blog: https://ebetania.wordpress.com, buscando en la ventana EBOOK el título deseado y pinchando el mismo. También se pueden pedir a través de un e-mail  a:  ebetania@terra.com y se les enviará el PDF sin gasto alguno.


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CARTEL DE PRESENTACIÓN DELOS LIBROS DE VILORIA Y LÁZARO, Y DEL DOCUMENTAL DE RODRÍGUEZ

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     » Betania se suma a los diversos homenajes que a nivel internacional, tanto en Cuba con en el exilio, se vienen celebrando para conmemorar el Centenario del Natalicio de Gastón Baquero (Banes, 1914 – Madrid, 1997).

Eventos múltiples que se han organizado en diferentes ciudades, como: Banes o Madrid, Miami o New Jersey, Salamanca o París y en San Juan de Puerto Rico o Tarragona u otras sedes, con un mismo denominador común: festejar este aniversario del Maestro.

Con motivo de esta celebración, Betania publicó- recientemente- la 4ª edición impresa del libro Conversaciones con Gastón Baquero (2014) que ya se encuentra en las librerías; aunque nuestros lectores también pueden acceder a la versión digital (ebook)  de forma gratuita, pinchando en la ventana EBOOK de nuestro blog, donde podrán leer o descargarse la 3ª edición de dicho título (2012).

Libro que se presentará el próximo jueves 8 de mayo en la taberna DON GASTÓN (c/ Infanta Mercedes 27, Madrid 28020. Metro: Estrecho) con la presencia del autor y editor de este libro (Felipe Lázaro), que estará arropado por otros editores cubanos, como: Víctor Batista (Colibrí), Pío E. Serrano (Verbum), León de la Hoz (Asociación Cultural Gastón Baquero) y Ladislalo Aguado (Hypermedia).

Para compartir esta fecha memorable del 4 de mayo con todos los amigos de la poesía, nada mejor que recordar uno de los primeros poemas que escribió Gasón Baquero y que apareció en su inicial poemario Poemas (La Habana, 1942):

 

                               Qué pasa, qué está pasando

 

Qué pasa, qué está pasando siempre debajo del jardín

que las rosas acuden sin descanso.

Qué está pasando siempre bajo ese oscuro espejo

donde nada se oculta ni disuelve.

Qué pasa, qué está pasando siempre debajo de la sombra

que las rosas perecen y renacen.

Que nunca se desmiente su figura,

que son eternas sonmbras, idénticos recuerdos.

Qué está pasando siempre bajo la tierra oscura

donde la luz levanta rubias alas

y se despliega límpida y sonora.

Qué está pasando siempre bajo el cuerpo secreto de la rosa

que no puede negarse al cielo temporal de los jardines,

que no puede evitar el ser rosa, precisa voluntad,

                                                                 /sueño visible.

Qué pasa, qué está pasando siempre sobre mi corazón

que me siento doliéndole a la sombra,

estorbándole al aire su perfil y su espacio.

Y nunca accedo a destruir mi nombre,

y no aprendo a olvidarme, y a morir lentamente sin deseos,

como la rosa límpida y sonora que nace de lo oscuro.

Que se inclina hacia el seno impasible de la tierra

confiando en que la luz la está esperando, creándose la luz,

eternamente fija y libertada bajo el cuerpo secreto de la rosa.

 

¡Felicidades, Gastón!

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Conversaciones con GB_centenarioBetania se suma a las celebraciones por el Centenario del Natalicio de Gastón Baquero (Banes, 1914 –Madrid, 1997), que este próximo 4 de mayo se conmemora, con la publicación impresa del libro Conversaciones con Gastón Baquero (Betania, 2014) de Felipe Lázaro.

En realidad, se trata de una 4ª edición desde que se publicase como libro fundacional de Betania en 1987. Años más tarde,  le siguió la 2ª edición aumentada en 1994 con trabajos del escritor colombiano Juan Gustavo Cobo Borda y del crítico y profesor cubano José Prats Sariol hasta la más reciente edición especial (solo digital y gratuita) que  se editó en el 2012. Esa versión electrónica (ebook) contó con textos del poeta peruano Alfredo Pérez Alencart y de los reconocidos poetas cubanos  Jorge Luis Arcos y León de la Hoz que también aparecen en  esta nueva edición impresa, acompañando las dos entrevistas realizadas a Gastón Baquero, ambas de 1987 y 1994, respectivamente.

A ello, se le une una introducción de Felipe Lázaro y una aproximación bibliográfica de Gastón Baquero,  recopilada también por el autor de este libro.

En portada, se reproduce la obra Flora Nº 23 del pintor cubano René Portocarrero.

  • Conversaciones con Gastón Baquero,  de Felipe Lázaro.

Prólogo de Alfredo Pérez Alencart, Prefacio de Jorge Luis Arcos y Epílogo de León de la Hoz.

2014, 80 pp., Colección Palabra Viva.

ISBN: 978-84-8017-318-6.

PV: 15.00 euros ($20.00).

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Otros libros sobre Gastón Baquero publicados por Betania:

–Conversación con Gastón Baquero, de Felipe Lázaro

1987, 40 pp., Colección Palabra Viva.

ISBN: 84-86662-07-9

PV: 10.00 euros ($15.00).

–Conversación con Gastón Baquero, de Felipe Lázaro (2ª edición).

Prólogo de Gustavo Cobo Borda y Epílogo de José Prats Sariol.

1994, 88 pp. Colección Palabra Viva.

ISBN: 84-8017-032-8.

PV: 15.00 euros ($20.00).

–Entrevistas a Gastón Baquero, de VV. AA.

(Felipe Lázaro, Carlos Espinosa Domínguez, Bladimir Zamora Céspedes,

Efraín Rodríguez Santana, Alberto Díaz Díaz y Nialls Binns).

Prólogo de Pedro Shimose.

Epílogo de Pío E. Serrano.

1998, 104 pp. , Colección Palabra Viva.

ISBN: 84-8017-091-3.

PV: 15.00 euros ($20.00).

–Gastón Baquero: La invención de lo cotidiano

Prólogo de José Olivio Jiménez.

Prefacio de Efraín Rodríguez Santana.

Epílogo de Bladimir Zamora Céspedes.

2001, 88 pp. , Colección Ensayo.

ISBN: 84-8017-135-9.

PV: 15.00 euros ($20.00).

Coedición con la Asociación Cultural Gastón Baquero.

–Conversaciones con Gastón Baquero, de Felipe Lázaro (3ª edición).

Prólogo de Alfredo Pérez Alencart.

Prefacio de Jorge Luis Arcos.

Epílogo de León de la Hoz.

2012, 78 pp. Colección Palabra Viva.

ISBN: 978-84-8017-318-6.

Edición especial (digital y gratuita). 

Edición impresa: 2014, 80 pp. (4ª edición).

PV: 15 euros ($20.00).

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Pedidos directamente a Betania: ebetania@terra.com

Distribuidores, en España: MAIDHISA: ismaroto@hotmail.com

Exportadores: CELESA: pedidos@celesa.com  y PUVILL: info@puvill.com

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