Con sumo dolor comunicamos el fallecimiento del poeta e hispanista, traductor y profesor universitario Louis Bourne (EE UU, 1942-2023) que fue, sobre todo, un gran amigo. Un verdadero colega de las letras con el que compartí gran parte de la intensa vida cultural madrileña durante tres décadas (los 80 , 90 y los 2000), como nuestra asidua asistencia y participación en la reconocida Tertulia Literaria Hispanoamericana del poeta español Rafael Montesinos en el Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI) o nuestros encuentros en las casi diarias lecturas, presentaciones de libros o conferencias que se celebraban en el Ateneo de Madrid y Casa de América o en la Fundación Hispano Cubana y el Círculo de Bellas Artes, etcétera.
Louis Milton Bourne pasó parte de su niñez en las estribaciones del Himalaya y El Cairo. Se licenció en la Universidad de Carolina del Norte con una tesina sobre la ética en la novelística de Conrad (donde, siendo un joven universitario, dirigió la revista literaria The Carolina Quartely, EE UU, 1962-1964), años más tarde, se graduó en literatura inglesa en la Universidad de Oxford y, finalmente, se doctoró (Ph.D) en la Universidad de Nueva York.
Residió en Madrid durante 32 años, donde, posteriormente, veraneaba y pasaba las Navidades, cada año, después de ejercer la docencia de Español y Literatura española en Georgia College & State University durante años, de donde se jubiló como profesor emérito. En Madrid, fue Redactor Jefe de la revista plurilingüe Equivalencias (Madrid:1982-1993) que publicaba la Fundación Fernando Rielo.
Como poeta, publicó tres poemarios: Médula de la llama ( ganador del primer accesit del Premio Gules 1981, patrocinado por el Ayuntamiento de Valencia), Lienzos en lo humano (Madrid: Editorial Playor, 1986) con introducción de Concha Zardoya y Ráfagas de un signo (Madrid: Editorial Verbum, 1997) con introducciòn de Jesús Hilario Tundidor; libros que agrupó en la antología Los recodos del río. Poesía reunida, 1981-2011 (Betania, 2013) con prólogo de José Antonio Llera (Universidad Complutense de Madrid. de 256 pp. Finalmente, su poemario en inglés The Thought of Seeing (Irlanda, 2019) donde reunió toda su poesía escrita en inglés.
La Universidad de Málaga editó su ensayo Fuerza invisible: lo divino en la poesía de Rubén Darío (1999), su Tesis Doctoral para la Universidad de Nueva York.
Reconocido traductor de la poesía de Vicente Aleixandre (El sol que cruje / The Crackling Sun, Madrid, 1981) y Rafael Alberti (Premio William Arrowsmith de la revista Agni), de Clara Janés y Jorge Justo Padrón o María Victoria Atencia, también tradujo poemas de Carlos Bousoño, Francisco Brines, Gil de Biedma, Ángel González, Valente y Claudio Rodríguez. Además de una antología de Sebastián de la Nuez sobre poetas canarios del siglo XX (1992) y la antología Mil años de alegría: Poemas escogidos de Roberto Bly (2019).
Otras traducciones: una selección de poetas cubanos contemporáneos (Heberto Padilla, José Mario, Reinaldo Arenas, Jorge Valls, Rafael Bordao y Felipe Lázaro) para la revista literaria norteamericana Illuminations (Charleston, agosto, 2001) con una segunda selección (Pío E. Serrano, Rafael Bordao, Juan Nicolás Padrón y Felipe Lázaro) para la mencionada revista (2019).
En los años 80, preparó una selección de la poesía vertical del argentino Roberto Juarroz (Madrid, Editorial Playor).
Si su trayectoria intelectual, como estudioso de la poesía española e hispanoamericana, lo confirma como un erudito de la temática literaria hispana -su poesia, su inmensa obra como traductor y su dedicación a la enseñanza universitaria- lo consagran como un ser excepcional. Pero, principalmente, fue una bella persona, un buen amigo y daba gusto compartir con él nuestro tiempo: fuese en la barra de un bar cualquiera, sentados durante horas en la recurrente cervecería alemana (recordando siempre a nuestro amado Hemingway), en una de nuestras frecuentes y copiosas comidas (en el gallego Pereira o en La Puebla) o en algún acto cultural, de donde salíamos a compartir la noche… Lo recuerdo cantando las viejas canciones de Marlowe en algún mesón madrileño o «Los pájaros fornican en la Catedral» de los venezolanos Carlos Contramaestre y Caupolicán Ovalles en las tabernas o la plaza Mayor de nuestra querida y siempre bien recordada Salamanca, donde nuestro hermano Alfredo Pérez Alencart nos invitaba a los eventos literarios o a impartir alguna que otra charla.
Hoy puedo decir, que conocer y tratar al querido Louis fue una dicha y un gran regalo de la vida. Esta que nos lo ha arrebatado en este triste y doloroso diciembre de 2023, pero, consciente, que él perdurará en nuestra memoria, pues si «los poetas no mueren, renacen», los verdaderos hermanos y Amigos -con mayúscula- jamás desaparecen, siguen a nuestro lado.
¡Descansa en paz, amigo Louis!
Muy intéressante ! Gracias….
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Lamento profundamente la partida física del noble poeta amigo Louis Bourne. Con mi recuerdo profundo, Virgilio López Lemus
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Gracias, Felipe. Que en paz descanse. Héctor. ________________________________
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Sí, descanse en paz esa gran persona que fue Louis Bourne, con quien compartí varias veces en Las Palmas de Gran Canaria. Sabio en poesía, traductor de gran tino, poeta, deja larga memoria con su obra.
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